-
- Limpiar tu cuerpo: Recoge lo que sobra (líquidos, grasa, células muertas) y lo lleva a donde se puede eliminar, como si barrieras el piso de tu casa.
-
- Protegerte: Transporta a los «soldados» de tu sistema inmunológico (glóbulos blancos) para que te defiendan de gérmenes y enfermedades.
-
- Evitar que te hinches: Si se acumula demasiado líquido en tus brazos, piernas o cara, el sistema linfático lo drena para que no te sientas pesado o inflamado.